FASES DEL MALTRATO

Fase de tensión


Empieza con unas conductas de abuso psicológico difíciles de percibir
por su apariencia amorosa. Son conductas restrictivas y controladas.
Empiezan por los insultos, la hostilidad, demostraciones de desprecio.
Estos hechos van menguando la capacidad de decisión y autonomía de la
víctima.
Ejemplos de todo esto son los celos, el control de la ropa de vestir,
las amistades, las visitas a la familia, los horarios, las salidas.
Estas conductas no son agresivas. Las víctimas las admiten, las
justifican y las minimizan, creyendo que es una forma de amar que tiene
su pareja. Esto va creando indefensión y vulnerabilidad.
La irritabilidad va en aumento. La tensión irá en aumento. Se
intensifican las discusiones por cuestiones intranscendentes. Se pueden
dar agresiones físicas esporádicas. Esto es premonitorio de lo que
llegará en fechas próximas


Fase de agresión


Se intensifican los momentos de tensión y provocan comportamientos violentos como agresiones físicas, psíquicas y/o sexuales.


Fase de perdón o luna de miel


El hombre se da cuenta que puede poner en peligro su relación. Por eso
usa una manipulación afectiva con regalos, promesas de qué no volverá a
pasar y actitudes cariñosas.
Las frases más frecuentes son : “perdóname” “la culpa ha sido mía” “no
lo volveré a hacer” “eres la persona más importante de mi vida, no me
dejes” “no sabría qué hacer sin tú” “te necesito”.
Por otro banda nos podemos encontrar con la inversa. El agresor puede
intentar transferir la culpa del conflicto a la víctima y negar su
responsabilidad.
Estos hechos provoca un refuerzo positivo en la mujer que le hacen
reconsiderar su relación llegando a creer que todo puede cambiar.
Estas fases se repiten en el tiempo. Cada vez pasará menos tiempo entre
una y otra hasta que se vuelvan inexistentes aumentando las fases de
tensión y agresión y anuladas las de perdón.
Esto hace que la mujer se vea sin salida en una situación que se repite sin posibilidades de ver una solución.
Todos estos tipos de maltratos simplifican la realidad, puesto que
generalmente se dan combinados unos con otros pero siempre como medio
con el que el maltratador ejerce la violencia.